Estaba agotada de ser aplastada por aquella sombra que mostraba mi inferioridad hasta en el lugar más oscuro.
Solté las riendas porque el peso de aquella conciencia me controlaba como a una muñeca de trapo y la brisa ya no se posaba sobre mi piel para soplar los malos ratos.
Y la vida, esa vida tan sucia que ahogaba mis intentos y apagaba mi energía. Sobrecargada de desdichas y ausente de tanto mundo andante que desentona por ahí.
Así que inició la fiesta, mis alegrías bailaban con mis tristezas y con las de otros, al son de la derrota hasta que el sol se apagara.
Luego yo salía por ahí fingiendo el amor.
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@FranAlonsso