No necesito más golpes suaves en el hombro ni tampoco pequeñas palmaditas en mi espalda que reafirmen mis fracasos. Ya no necesito de esas palabras de aliento que siempre son repetidas y que pretenden demostrar las pocas esperanzas que habitan en la atmósfera.
Me despido de las lágrimas inútiles y de aquellas que están incompletas.
Añado a este bote las notas manchadas de tinta y las caricias verbales.
Añado a este bote las notas manchadas de tinta y las caricias verbales.
Hoy renuncio a todos los maltratos aunque se reflejen irreales.
me uno a tu movimiento :)
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