domingo, 11 de marzo de 2012

La escafandra y la mariposa

Fuiste entonces el indefenso, quien dio lástima después de ser el 'héroe', el Caín invencible, el David que mató a Goliat. 
Sé que no olvidarás que ahora estás detrás de todos, representas al suplente en la actuación. 
Estático. Tanto como para no concebir caricias reales. Hay palabras puestas en tu boca aumentando la inutilidad en la que está sometido tu cuerpo, enterrado en una cápsula sin expresión.
Perdido en los laberintos de tus sueños y en los vagos recuerdos del ayer en movimiento. Te has ahogado entre las aguas turbias que caracterizan tu tormenta.
Tan frágil, tan acomodable a la situación.

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